El Dios Jano

jueves, 20 de agosto de 2009

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Jano o Ianus, dios Romano de las puertas, de los nuevos comienzos, de la iniciación, presta su nombre al mes de Enero, Ianuarius, el primer mes del año. Su origen es etrusco y recibía tres nombres diversos según su función: Ianus (Jano) en su rostro sacerdotal; Quirinus para los profanos y Arkhanus (Oculto, Misterioso) era el nombre que guardaba una connotación iniciática.

La mitología narra que Saturno (Cronos/Tiempo) al ser destronado por su hijo Júpiter (Zeus) se refugió donde el Dios Jano y en reconocimiento le otorgó la facultad de ver pasado y futuro simultaneamente para poder obrar con sabiduría en el tiempo presente. Es así que aparece representado con dos caras que miran en direcciones opuestas, siendo llamado el dios bifronte. Su representación muestra la unidad y la dualidad integradas y separadas simultaneamente.

En el templo a él dedicado, en la ciudad de Roma, su estatua descansa sobre un pedestal en el centro del mismo, mirando hacia dos puertas: oriente y occidente. Esta posición simbolizaba su dominio sobre las actividades humanas. Las puertas del templo permanecían permanentemente abiertas durante los períodos de guerra, solicitando al dios equilibrio -gracias a su visión dual-para los momentos de conflicto.

Pero el dios Jano, al mirar hacia el este y el oeste, dirigía su mirada hacia los puntos de solsticios, ascendente y descente astrológicos. Era una suerte de regulador de la armonía del cosmos.

Esotericamente estos puntos eran considerados portales asociados a la encarnación de las almas en la tierra. El solsticio de verano, también llamado Janus Infernalis, era la puerta de entrada de las almas destinadas a encarnarse. Interesante este punto ya que la Luna, regente de Cáncer, en la tradición esoterica se asocia al alma y a la información acumulada en encarnaciones. En el plano físico es la fertilidad y todo el proceso de embarazo y parto, es decir el proceso preparatorio a la entrada del alma en la materia.



El solsticio de invierno (21 de diciembre) -llamado Janus Coeli o Jano Celeste- representaba la salida de las almas hacia los planos sutiles, liberados ya del peso del plano físico. En astrología tradicional, era Saturno, regente de Capricornio, quien quien a través de su guadaña tenía la misión de cegar la vida a los mortales.

Esta fecha tambien era festejada por los romanos bajo el nombre del nacimiento del Sol Invicto (Deus Sol Invictus), festividad que duraba del 22 al 25 de Diciembre. Con ella se rendía culto al Sol ya que a partir del solsticio de invierno se iniciaba su lento ascenso que se haría evidente en el Equinoccio de Primavera (21 de Marzo). El sol, como imagen del espíritu, resurgía de las tinieblas, de manera que el simbolismo asociado a la muerte era entendido como la liberación del peso de la oscuridad/materia.

Esta festividad era muy popular en el culto pagano romano, pero posteriormente fue absorbida por el cristianismo considerando a la imagen de Cristo como representante del Sol Invicto, el que resurge de la oscuridad, de la muerte. Es lo que hoy conocemos como Navidad.